Problemática de las especies invasoras
¿Qué son las especies exóticas? ¿Cuándo se consideran invasoras?
Las especies exóticas, o alóctonas, son aquellas que se hallan fuera de su área natural de distribución y las invasoras son las que proliferan causando daños al medio ambiente, a otras especies o a las actividades humanas y económicas.
La mayoría de especies exóticas no representan ningún problema ambiental, al no adaptarse al nuevo ambiente; incluso muchas son fundamentales para la producción agrícola, silvícola o piscícola (pensemos por ejemplo en el maíz o la patata). Pero una pequeña parte logra adecuarse al nuevo entorno. donde ya no existen sus enemigos naturales, y tampoco las enfermedades y parásitos que les afectaban en su región de origen. Además los nuevos depredadores no están habituados a ellas y a menudo, suelen ser especies muy competidoras, capaces de desplazar a las nativas. Todo ello hace que muchas se expandan rápidamente.
El incremento de transporte de personas y mercancías por todo el mundo está permitiendo en los últimos años la llegada de muchas de estas especies de forma involuntaria o intencionada. Su control, una vez que se establecen, es muy difícil y costoso, por lo que, evitar y prevenir su introducción es sustancialmente más sencillo y económico.
Las especies exóticas invasoras (EEI) constituyen uno de los grandes problemas que en la actualidad amenazan los ecosistemas naturales y la biodiversidad existente en el planeta. Constituyen la segunda causa de pérdida de biodiversidad después de la pérdida de hábitats y se estima que el 40% de las extinciones animales producidas en los últimos cinco siglos se deben a ellas.
Las EEI pueden causar distintos problemas, principalmente:
Al medio ambiente. Pueden ocasionan la desaparición de otras especies similares autóctonas, tanto sea por depredación o ramoneo, o bien porque las desplacen por competencia, o porque les transmitan enfermedades mortales para las especies nativas (como es el conocido caso de los cangrejos americanos sobre el cangrejo de río común). También pueden hibridarse con especies autóctonas parecidas, alterando el patrimonio genético y amenazando la continuidad de una especie (como sucede con la malvasía canela y la cabeciblanca, e incluso con muchas plantas como los chopos y álamos). Por último, algunas exóticas pueden alterar todo un grupo de especies (por ejemplo, peces como el siluro alteran toda la comunidad de peces), e incluso alterar los hábitats y ecosistemas, como ocurre con el mejillón cebra, el jacinto de agua o incluso la azolla.

Algunas plantas acuáticas exóticas son capaces de transformar completamente el ecosistema, impidiendo la existencia de la flora sumergida y la llegada de luz y oxígeno al fondo de las masas de agua. Azolla filiculoides ha comenzado a colonizar Aragón. En la imagen, está ocupando un brazo ciego del río Ebro en Osera.
A la economía y las actividades humanas. Muchas especies causan graves daños sobre las actividades humanas y, por tanto, sobre la economía de una región o país. Dañan los bosques, afectan a las prácticas pesqueras y ganaderas, comprometen la calidad de las aguas, causan perjuicios a las industrias, etc. Muchas plagas de nuestra agricultura actual, como malas hierbas o invertebrados, son especies exóticas invasoras que acarrean graves daños sobre la producción, y su combate mediante productos químicos causa perjuicios sobre otras especies e incluso sobre nuestra salud. Especies como el mejillón cebra, causan graves daños en captaciones y conducciones de agua para industrias, abastecimientos de agua o irrigaciones, mientras que otras como el jacinto de agua también dificulta tanto las captaciones como incluso la navegación.

El mejillón cebra no sólo es capaz de transformar el ecosistema acuático y poner en peligro a otros moluscos, también obstruye todo tipo de tuberías y causa importantísimas pérdidas económicas en redes de abastecimiento, de regadío o de industrias.
A la salud humana y ambiental. Por último, algunas especies exóticas transmiten enfermedades que pueden afectar al hombre, a animales domésticos o a especies silvestres. Puede ser el caso del caracol manzana, el mapache u otros mamíferos.